PSICOLOGÍA Y ESCALADA

PSICOLOGÍA Y ESCALADA son dos conceptos tan amplios, que por sí solos son lo suficientemente complejos para abordarlos en un artículo, abstrac o tesis doctoral. Cuanto más juntarlos e intentar analizar aspectos de influencia de lo deportivo en lo psicológico y de la psicología en el deporte (desde una óptica del rendimiento) sin embargo estas no van a ser mis fuentes de interés o por lo menos no de primer orden, sino que voy a intentar poner relevancia en la influencia de la escalada en los procesos cognitivos, en el desarrollo de la personalidad, cómo facilitador terapéutico y como currículo oculto en el proceso educativo. Así que todos aquellos escaladores que estuvieran esperando claves para mejorar el rendimiento en un "objetivo/vía" creo que se van a sentir decepcionados pero no os vamos a dejar con los bolsillos vacíos o mejor dicho la bolsa sin magnesio, ahí van unos cuantos clásicos: Arno Ilgner, Guerreros de la roca, Ediciones Desnivel (2005). David Reinoso ¿Quién dijo miedo? Ediciones Desnivel (2003), Revista de Psicología del Deporte Universitat de les Illes Balears 2005. Vol. 14, núm. 2 pp. 177-194 Universitat Autónoma de Barcelona ISSN: 1132-239X, "El papel de los factores psicológicos en la escalada: Un análisis cualitativo: Xavier Sánchez y Miquel Torregrosa.

En la actualidad la mayoría de las personas nos vemos sometidos a realizar más de una tarea a la vez, a tener un carácter disperso y poco constante. La escalada nos obliga a centrarnos en ese preciso momento en cada movimiento, en cada tipo de agarre, posición del cuerpo (propiocepción), quedando todo esto registrado y fijado con sumo detalle en nuestro cerebro con un pegamento muy especial llamado “miedo a caer.” En este caso el miedo cumple una función muy positiva que es activar la alarma roja de "warning" con los agarres, posición o movimientos equivocados o menos eficaces. Pero su mejor virtud es brindarnos la oportunidad de transformar la energía del miedo en energía de superación o logro. Haciendo reseña al neurólogo Robert Sapolsky en su libro "El mono Enamorado" cuando nos enfrentamos a un reto que nos exige un 70% de nuestro esfuerzo o capacidad nuestro cerebro se "ilumina" inyectado por la dopamina (hormona que se libera como recompensa y nos produce una estado de satisfacción plena), todo esto sucede incluso antes de llegar a la cadena (final de vía) no necesitamos el premio del grado para que todo este mecanismo de recompensa se desencadene. La capacidad de concentrarnos es un bien escaso y poco cultivado, en el que la escalada nos entrena con pasión y exigencia siendo nosotros los únicos responsables de nuestros actos.

Otra cualidad que la escalada nos exige es la capacidad de imaginar los movimientos antes de realizarlos, este proceso requiere capacidades y habilidades cerebrales muy interesantes de trabajar en todas las personas, pero sobre todo en los "Petit Écolier". Estas habilidades son Capacidades superiores del cerebro tales como: capacidad de representación mental de una figura en movimiento en un espacio concreto (la roca), capacidad de planificación de todos los movimientos necesarios para conseguir ascender por la vía superando los obstáculos y "problemas" que nos plantea, corrección y rectificación sobre la marcha de las diferencias entre lo que creíamos que pensábamos teníamos que hacer y el feedback que nos está dando la roca y nuestro cuerpo sobre cómo debería ser el movimiento, empatía para aprender de los aciertos y errores de los demás escaladores sin necesidad de que nosotros mismos los experimentemos, este tipo de aprendizaje se llama en psicología: “aprendizaje vicario”(Albert Bandura) muchas veces resaltado por los psicólogos como imprescindible para aprender las normas y valores sociales. Un ejemplo de esto sería la propuesta que nos hace la ONG Mexicana Escalando Fronteras/ Climbing Borders en la que utilizan la escalada como vehículo de protección (canalizando sus habilidades y fomentando su autoestima)de menores en situación de violencia, drogadicción o bajo la influencia de mafias criminales. Otra capacidad importante es el manejo de la "activación" también llamado Arousal, cuando nos referimos a procesos cerebrales, saber manejar cuanto esfuerzo es necesario para lograr nuestro objetivo ya sea bien por exceso o por defecto puede llevarnos a fracasar estrepitosamente. Como pasa en otros aspectos de nuestra vida véase cuando nos enfrentamos a un examen (típico alumno que contesta tan rápidamente que ni lee los enunciados correctamente o por lo contrario el otro que no contesta por miedo a responder mal o creer que nada va a cambiar) o cuando sacamos a bailar a aquel chic@ que nos gusta y acabamos pisándole los pies por un exceso de valentía o por el contrario nos quedamos paralizados de tal manera que parece que estamos haciendo el "baile del robot". Sin intentar teorizar cuál es el punto óptimo o plasmar todos los supuestos sobre este tipo de activación (tales como la teoría del impulso, del punto óptimo...) propondría que saber gestionar nuestros recursos y el estrés son puntos muy importantes para nuestro desarrollo y útiles a lo largo de toda nuestra vida, ya que parece que este uno de esos aprendizajes longitudinales que siempre estamos calibrando con cada experiencia aunque uno nunca termine de “equilibrarse”.

Ahora bien, si hacemos una revisión de qué es una competencia básica, diremos que es “la forma en la que cualquier persona utiliza todos sus recursos personales (habilidades, actitudes, conocimientos y experiencias) para resolver de forma adecuada una tarea en un contexto no definido”. Sabiendo que las competencias son el objetivo olvidado de la educación y deberían estar presentes no sólo en el curriculum oculto del alumno, me planteo si actividades como la escalada: que signifiquen un proyecto elegido por el propio alumno(vía o ruta), en el que se compromete, en el que tiene que buscar y desarrollar los recursos que necesita para lograrlo, en el que su éxito está referido directamente a su esfuerzo, en el que el éxito de los demás es motivo de entusiasmo propio, en el que tú eliges como quieres jugar a este juego (deportiva, big Wall, free sólo, clásica, psicobloc, Boulder), en el que superar un “escollo” puede ser una metáfora para superarlo también en la vida, en el que la palabra “confiar” en los demás significa gritar a los cuatro vientos con un “pilla, pilla”, en el que en el entorno en el que lo haces es libre de pantallas y nos devuelve cromagñon/a que llevamos dentro, en el que posiblemente nuestros actuales nuevos niños becados por su “incapacidad” del TDAH tomarían menos metanfetaminas, y aun a riesgo de parecer un anuncio televisivo de cocacola os hago esta pregunta

¿ESCALAMOS?